Reformismo
y separatismo en el Perú
El reformismo
criollo se basó en dos ideas básicas:
·
la conciencia de
su singularidad. Los criollos comprendieron progresivamente que eran diferentes
de los españoles peninsulares, situación que se manifestaba en el acceso a
cargos públicos y a otros privilegios políticos y económicos. Esta condición de
exclusión llevo a los criollos peruanos, así como a los demás criollos de
América, a desarrollar un nacionalismo americano.
·
La crítica al mal
gobierno colonial. Los reformistas reaccionaron contra los abusos, la lentitud
y la corrupción de la administración colonial. Estas críticas se acrecentaron
por la implementación de las reformas borbónicas. La censura estuvo dirigida
principalmente a los funcionarios peninsulares, no al rey, y se limitó a exigir
reformas al sistema, pero sin prescindir de él.
Los
intelectuales ilustrados
Gran parte de las
críticas hacia la monarquía surgieron en el contexto de la difusión de ideas
ilustradas, muchas de las cuales fueron promovidas por la misma corona como
parte de su proyecto modernizador, que consideraba muy importante el fenómeno
de la educación y la cultura en sus
posesiones americanas. Por esa razón, hubo cierta apertura para la publicación y
circulación de textos críticos de autores ilustrados europeos y americanos. Sin
embargo, la censura no fue erradicada, principalmente por temor a la
propagación d las ideas de la revolución francesa.
La
sociedad de amantes del país
Posteriormente,
la propuesta reformista revoluciono hacia ideas que se hallaron concentradas en
la labor de la sociedad de amantes del país (1790), que fue conformada
siguiendo los patrones de la época a un conjunto de intelectuales peruanos que
tenían una misma ideología, la cual fue plasmada en el periódico Mercurio
Peruano. Entre los miembros de esta sociedad estuvieron Hipólito Unanue, José
Baquíjano y Carrillo y Toribio Rodríguez de Mendoza. Los integrantes de esta
sociedad heredaron y reunieron las inquietudes reformistas y los pensamientos
de la ilustración. Además, compartieron la idea de que los avances en el
conocimiento, que habían venido ocurriendo a lo largo del siglo, llevarían al
gobierno a hacer los cambios necesarios; por ello, no promovieron el
separatismo.
La
propuesta separatista
La crisis política del orden colonial y la
influenza de las nuevas ideas hicieron que de pronto hubiese quienes plantearan
la ruptura definitiva con España. El más importante representante de esta
corriente fue el jesuita Juan Pablo Vizcardo y Guzmán.
Vizcardo y Guzmán nació en Pampacolca (Arequipa
en 1748, e ingreso muy joven a la Compañía de Jesús). En 1767 fue expulsado del
virreinato junto con el respaldo de la orden y se dirigió a Europa, donde
escribió su célebre Carta a los españoles americanos (1791) dirigida a los
criollos americanos.
Este jesuita fue el primer peruano en afirmar
que la separación de España era indispensable. Creía que la rebelión de Túpac
Amaru II era una señal evidente de que el ánimo separatista se había
consolidado y que era momento de emanciparse de España. Guzmán gestiono durante
años el apoyo económico y militar de Gran Bretaña para la independencia de la
América Hispana. Sin embrago, sus negociaciones fueron siempre infructuosas.
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