La revolución industrial
La
revolución industrial es considerada una de las transformaciones más
importantes de la historia de la humanidad, solo comparable con lo que ocurrió
en el neolítico.
A
partir del siglo XVIII se pueden identificar tres grandes revoluciones
industriales:
·
La primera ocurrió
entre 1760 y 1870; tuvo como centro principal Gran Bretaña.
·
La segunda
sucedió entre 1870 y 1920; tuvo como principales núcleos a Estados Unidos y
Alemania.
·
La tercera se está
desarrollando desde la década de 1940 hasta nuestros días.
Los factores de la industrialización
· La revolución demográfica: hasta el siglo
XVIII, la población europea creció lentamente. Aunque la natalidad era muy
elevada, la mortalidad también era muy alta como consecuencia de las
enfermedades infeccio
sas y de las hambrunas. A partir de la segunda mitad del
siglo XVIII, la natalidad se mantuvo alta, pero la mortalidad descendió mucho.
Comenzaron a disminuir las epidemias desde la peste bubónica que habían asolado
a Europa anteriormente y aparecieron las primeras vacunas, como contra la
viruela. La consecuencia fue que la población empezó a crecer a un ritmo muy
rápido, fenómeno que se denomina REVOLUCON DEMOGRAFICA. Este aumento de la
población constituyo un importante factor en el progreso económico de Europa.
Como una reacción en cadena, un mayor número de productos, es decir, aumento el
consumo. Se hizo necesario entonces el desarrollo de la técnica para generar
oferta masiva de bienes.
· La
expansión agrícola: lo primero que demandaba una población en crecimiento era más
alimentos, por eso, los cambios económicos se iniciaron en el sector primario:
· Se sustituyó el barbocho por la rotación
continua de cultivos, con lo que se evitaba el agotamiento de las tierras;
hacia 1750 se introdujo el arado de hierro y se abandonó el de madera; además,
se perfeccionaron los sistemas de riego. Estas mejoras permitieron ampliar la
superficie agrícola e introducir nuevos cultivos que eran más rentables.
· Se reformo la ganadería: Parte de las tierras
de cultivo se dedicaron a producir forrajes para alimentar animales. De esta forma, aumento el
número de cabezas de ganado y se pudo desarrollar la crianza en establos. La
carne dejo de ser un alimento solo para los más ricos.
· Cambiaron las estructuras agrarias: las
revoluciones liberales acabaron con las propiedades señoriales y comunales
explotadas de forma colectiva, y la tierra se convirtió en propiedad privada.
Los burgueses comenzaron a comprar parcelas con el deseo de invertir en ellas
para obtener beneficios.
La nueva sociedad
La
revolución industrial significo el auge de la burguesía rica de negocios y la
miseria del proletariado. La clase burguesa alta tenía la propiedad de los
medios de producción y tomaba las decisiones económicas fundamentales, como lo
que se iba a producir y sus precios de venta. Incluso, intervenía en la
política de sus estados defendiendo sus intereses como grupo.
En
cambio, el proletariado fue la clase social que nació de la revolución industrial.
Estaba constituida por los obreros, que lo único que poseían era su fuerza
laboral, la que entregaban a cambio de un salario. Esta nueva clase social fue
sometida a una grave explotación en pos del progreso económico y la
modernización. Su origen era campesino, pues con la concentración de la
propiedad agraria y la introducción de nuevas técnicas y maquinas, empezó a
sobrar mano de obra en el campo. Esto origino un éxodo rural y muchos
campesinos emigraron a las ciudades para trabajar en las nuevas fábricas.
Las
condiciones de trabajo eran muy duras:
- · Horarios demasiado largos
- · Bajos salarios
- · Empleo de mujeres y niños
- · Falta de una legislación social
- · Disciplina laboral muy rígida
- · Malas condiciones de salubridad e higiene
- · Adaptación al ritmo de trabajo de las maquinas
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